Si no te está yendo todo lo bien que te gustaría, lo único que quiere decir es que hay algo que no sabes. Tus ideas actuales no son las correctas y necesitas cambiarlas.
La gente rica tiene sus ideas determinadas y los pobres tienen ideas completamente distintas. Estas ideas o modos de pensar orientan tus acciones y, por tanto, determinan tus resultados. Si pensaras como lo hacen los ricos e hicieras todo lo que ellos hacen, ¿crees que tu también podrías hacerte rico? Entonces lo único que tienes que hacer es copiar el modo de pensar de la gente rica.
No es lo que ignoramos lo que nos impide prosperar; lo que constituye nuestro mayor obstáculo es lo que creemos que sabemos y luego resulta que no es así. Si quieres pasar a un nivel superior de vida tienes que estar dispuesto a desprenderte de algunos de tus antiguos modos de pensar y de ser, y a adoptar otros nuevos. Los resultados, a la larga, hablarán por sí solos.
¿Cómo funciona la mente que genera nuestros pensamientos?
De forma metafórica, la mente no es más que un disco duro de gran capacidad. Toda la información que entra es etiquetada y archivada en “carpetas” de modo que resulte fácil de recuperar para ayudarte a sobrevivir. ¿Te has dado cuenta? No he dicho prosperar, he dicho sobrevivir.
Por ejemplo, supongamos que mi esposa está en un centro comercial y resulta que ve un bolso verde. Está rebajado con un 25% de descuento. Inmediatamente se dirige a sus archivos mentales con la pregunta: “¿Debería comprarme este bolso?” En una fracción de segundo, los archivos de su mente vuelven con la respuesta: “Has estado buscando un bolso verde que te vaya con aquellos zapatos verdes que te compraste la semana pasada. Además es exactamente el tamaño adecuado. ¡Cómpratelo!”. Mientras se dirige a la caja para pagar, su mente no sólo está feliz por haber adquirido este bonito bolso, sino también orgullosa por haber ahorrado un 25%.
Para su mente, esta compra tiene perfecto sentido: lo quiere, cree que lo necesita y es toda una ganga. Sin embargo, en ningún momento acudió a su mente el pensamiento: “Cierto, es un bolso bonito, y es toda una ganga, pero ahora mismo tengo una deuda de 3,000 dólares, así que será mejor que me abstenga”.
No se le ocurrió esa información porque no hay ningun archivo en su cabeza que la contenga. El archivo de “cuando estés endeudada no compres nada” nunca fue instalado en su cerebro y no existe, lo cual significa que no podrá elegir esa opción.
Si en tu disco duro tienes sólo archivos que no contribuyen al éxito económico, ésas serán las únicas elecciones que podrás realizar. Para ti serán naturales, automáticas y tendrán perfecto sentido. Pero al final seguirán produciendo fracaso o, en le mejor de los casos, mediocridad financiera. A la inversa, si tienes archivos mentales que contribuyan a la prosperidad económica, tomarás de manera natural y automática decisiones que produzcan prosperidad. No tendrás que pensarlo. Tu forma normal de pensar derivará en prosperidad.