No hay duda de que el autor de Padre Rico, Padre Pobre, Robert Kiyosaki, es probablemente uno de los creyentes más conocidos de la filosofía de que comprar una propiedad no es en realidad una inversión, a menos que, con un minucioso análisis, compres una propiedad que realmente vale la pena la inversión.
Esto se debe simplemente a que cualquier propiedad que tengas es en realidad un pasivo en casi todos los sentidos posibles.
La diferencia básica es que cualquier cosa que ingrese dinero en nuestras cuentas bancarias es un activo, mientras que cualquier cosa que saque dinero de nuestras cuentas es un pasivo.
Nuestras casas se consideran un pasivo porque incluso, si hemos pagado nuestro préstamo, el costo de mantenerlas constantemente sacará dinero de nuestros bolsillos.
Bueno, sí, en términos de valor, una casa puede ser extremadamente valiosa. Sin embargo, cuando ésta saca dinero de tus bolsillos cada mes, ¿realmente vale la pena el costo?
La dura verdad sobre el mantenimiento
La triste verdad es que cuando vives en una casa que compraste, cuando algo se descomponga, tendrás que arreglarlo usando tu propio dinero que tanto esfuerzo te costó y tu propio tiempo que tanto valoras.
Honestamente, son miles de pesos y horas (que nunca recuperarás) que nunca recibirás a cambio, ya que tu casa simplemente no podrá apreciar el valor tan rápido como se está desmoronando.
La dura verdad sobre vivir en un solo lugar
En la sociedad actual, existe un movimiento entre los miembros de la Generación X y los jóvenes Millennials para evitar quedarse permanentemente en un lugar comprando una casa.
Tal como a menudo enfatiza Robert Kiyosaki, si no compras una casa con el único propósito de que sea una inversión y decides vivir en ella, la casa se convierte en un pasivo en todos los sentidos de la palabra.
Después de todo, además del efectivo que te cuesta, también se convierte en una responsabilidad debido al hecho de que si compras una casa para vivir, no tendrás el lujo de poder simplemente mudarte cuando lo desees.
Con el creciente número de casos en los que tu casa no se venderá cuando la quieras vender, o peor aún, cuando descubres que debes más en tu hipoteca que el valor de la propiedad, esta definitivamente no es una situación en la que te quieras encontrar.
La dura verdad sobre la renovación
Renovar una propiedad para venderla se ha vuelto muy popular, gracias a los programas de TV. Y ahora las personas han usado esto como una excusa aparentemente infalible para gastar miles de pesos renovando su propiedad.
Esta puede ser una buena medida, pero solo si planeas vender la casa lo antes posible.
Esto se debe simplemente a que si sigues viviendo allí, los espacios renovados perderán su glamour con el uso y el aumento en el impuesto de la propiedad, tiraran por la borda todos los beneficios de tus costosas renovaciones.
Entonces, si aún no lo has notado, si eliges alquilar una propiedad para que viva otra persona, esto te da un escenario casi completamente diferente.
Esto se debe a que cuando conviertes tu casa en una inversión únicamente, tendrás una fuente de ingreso continua en tu cuenta bancaria, y lo único de lo que tendrás que preocuparte es por el mantenimiento de la propiedad.
Que otra persona pague tu hipoteca es extremadamente beneficioso para tus finanzas.
¿Qué estás esperando? Toma ese dinero del alquiler y, en un par de décadas, sin duda obtendrás increíbles beneficios.